domingo, 22 de abril de 2007

Acusan a Jesús Cariglino por no preservar un predio en el que hubo desaparecidos

Nota Publicada en el Diario Perfil el domingo 22 de abril de 2007
POR CYNTHIA GARCIA

El ex Batallón de Municiones 601 es un predio de 70 hectáreas ubicado en Los Polvorines, partido de Malvinas Argentinas, donde Jesús Cariglino es intendente hace más de diez años.
Según los primeros registros de la CONADEP en esa dependencia militar funcionó durante la última dictadura un centro clandestino de detención llamado “El Cilindro”.
En el año ’97 esas tierras fueron compradas por el municipio que está construyendo allí el palacio Municipal y el Consejo deliberante como parte de un proyecto urbano que incluye la jefatura de policía, los tribunales, viviendas y hasta un hipermercado.
¿Es valido este proyecto inmobiliario en un lugar signado por la memoria de las víctimas?
Distintas voces cívicas del municipio se levantaron en contra de las construcciones: “el primer atropello a la memoria es la incapacidad para reconocer que acá existió un Centro Clandestino. Esto es ideológico. Se niegan a investigar, aquí no hay memoria, este lugar es un parque temático militar”, relata Nora Perazzone, consejera escolar y militante de Derechos Humanos.
Perfil recorrió el predio, no sin dificultad (ver recuadro), y pudo comprobar la identificación de símbolos militares en todo el terreno: un avión de guerra junto a un helicóptero como pieza de museo, típicas construcciones del ejército como galpones y dependencias dan la sensación de estar en un lugar castrense.
Luis Melillo es director de “El tiempo de Tortuguitas” uno de los pocos medios independientes de la zona y asegura que Cariglino nunca se llevó bien con los Derechos Humanos: “hay una cuestión ideológica que lo marca al intendente claramente en esa línea. Siempre se encargó de dejar en claro que es una persona de derecha, además hay otros hechos, como la reivindicación pública que hizo de Luis Patti en el 2005 declarándolo su amigo y dándole todo un respaldo cuando el ex comisario era seriamente cuestionado; o el hecho de mostrarse junto a Monseñor Mecchia, quien fue jefe de los capellanes militares durante la dictadura. El cura es un acompañante oficial de cada acto público y además fue declarado ciudadano ilustre. Cariglino está haciendo una reivindicación de la dictadura”.

“DIOS MIO AYUDAME”
En el informe “Nunca Más” un sobreviviente relata haber reconocido a “El Cilindro” en la inscripción hecha por él mismo en una de las paredes que rezaba: “Dios mío ayúdame”.
En esas páginas testimoniales que realiza la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) están las palabras de Aurelia Tejerina, otra sobreviviente del nefasto lugar: “el primer testimonio lo dio en el año ‘84, cuando se abrieron los archivos. Al momento de la construcción que comenzó Cariglino, Investigadores de la Universidad de General Sarmiento fueron los primeros en tomar contacto con ella. No lo hicieron público pero la información se filtró y pudimos entrevistarla”, relata Fabián Domínguez, periodista e integrante del Centro de Estudios e Investigaciones Históricas y Sociales (CEIHS).
Tejerina estuvo 48 horas detenida allí y en sus primeras declaraciones dijo haber visto a una mujer embarazada, denuncia que reiteró ante el juez Adolfo Bagnasco.
Domínguez continúa su relato con un dato que plantea la posibilidad de que en el predio existan restos humanos: “Tejerina lo dice. Ella vive en Pablo Nogués y tiene gente vinculada a la intendencia. Al parecer, empleados municipales le confesaron haber encontrado huesos al comienzo de las excavaciones”.“Patricia Salinas vive en frente del ex Batallón. En febrero del año pasado encontró una calavera ahí cerca, en el descampado donde pasa un arroyo. Era un sector donde estaban construyendo. Hizo la denuncia policial, los oficiales pusieron los restos en una bolsa y se fueron. La calavera y la denuncia desaparecieron”, agrega Domínguez.

Todo tiene que ver con todo
Jesús Cariglino no se lleva bien con los mecanismos de licitación que exige la ley. De hecho enfrenta en la justicia una megacausa, que lo llevará a juicio oral, por 29 hechos de corrupción, la mayoría de ellos vinculados a licitaciones irregulares: “En su pedido a elevación a juicio oral, el fiscal Ledesma dice que si no se condena a este intendente, el mecanismo ilícito de licitación va a continuar”, advierte el periodista Luis Melillo.
En ese contexto cobra relevancia la denuncia que hace la oposición sobre la compañía que construye el complejo urbano en los terrenos del ex Batallón 601: “Caputo es la empresa que está levantando todo esto. Fue la única constructora que se presentó a la licitación y por supuesto la ganó. Es muy extraño”, ironiza Luis Benítez, concejal de Frente para la Victoria.
Las máquinas excavadoras de Caputo S.A. recorren las calles de Malvinas Argentinas y surge la asociación con su dueño: Nicolás Caputo, el empresario que apoya públicamente a Mauricio Macri en las próximas elecciones porteñas, no tan lejos de este lugar del conurbano.

El apriete
El ex Batallón 601 está ubicado a cuatro cuadras de la estación de Los Polvorines, entre la ruta 197, la calle Ingeniero Huergo y las vías del ex Ferrocarril Mitre. El equipo de Perfil llegó a media tarde, en taxi, con el objetivo de realizar la nota en un trabajo de campo, con los testimonios y las imágenes del lugar.
El ingreso al predio no generó inconvenientes, pero el disparo de la cámara fotográfica, que testimonia un parque temático militar, activó el mecanismo de varios handys a media voz que advertían sobre la presencia periodística. Minutos después, en el portón de salida, a pesar de habernos identificado, varios autos sin patente impedían el paso, cruzados en una clara posición intimidatoria.
Sin eufemismos, los típicos “batatas del conurbano” aparecieron sin hablar. El auto salió finalmente, una patrulla de control de tránsito, que no tenía motivos para estar en la puerta del lugar, comenzó a exigirle al taxista todos los papeles y amenazó con secuestrar el vehículo; no lo hicieron. Tampoco dieron argumentos por el accionar represivo que no tiene disculpa. Juan Obregón, el reportero gráfico, nunca dejó de disparar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HAY QUE CONTAR LA REALIDAD DE MALVINAS ARGENTINAS CADA VEZ SON MAS LOS MEDIOS QUE PARTICIPAN CON OBJETIVIDAD A REFLEJAR LA REALIDAD DE UN MUNICIPIO EN RUINAS.