lunes, 19 de marzo de 2007

Cupido Jai, el arma que usan los judíos para encontrarse

Nota Publicada en el Diario Perfil el domingo 18 de marzo de 2007
POR CYNTHIA GARCIA

Las páginas web de encuentros entre judíos se convirtieron en una nueva herramienta para relacionarse en una sociedad donde cada vez es más difícil contactar personas de la misma comunidad. Se estima que en la Argentina viven unos 230.000 judíos, menos del seis por ciento de la población, y esta tendencia crece.
“Los rabinos vemos con agrado estos vínculos que se generan por Internet porque así es más fácil perder el miedo al compromiso y también deja de lado esa idea de ‘primero veo el cuerpo y después lo que hay adentro’”, analiza Shlomó Levy, director del centro Jabad Lubavitch del barrio de Palermo.
La falta de religiosidad de gran parte de los jóvenes judíos aumenta la dificultad para que se conozcan entre sí. “Somos conscientes del problema que hoy hay para relacionarse, en general, no sólo dentro de la comunidad judía. Pero también hay un retorno muy grande de los jóvenes hacia la práctica religiosa. Han vuelto con mucha fuerza a buscar su esencia; en Buenos Aires hay por lo menos 30 centros judíos dedicados a ellos”, ilustra Levy.
La historia de Mariela Gomplewicz (31) es emblemática de esta nueva manera de contactarse dentro de la comunidad: “me metí para ver qué onda, con cero expectativa. Ponés tus datos, más que nada un perfil de cómo sos y qué cosas te gustan. Varios días después miré y estaba mi primer contacto, Julián, hace seis meses. Nos mandamos dos mails: él hablaba sobre conocernos, quería algo serio, salir... Me pasó a buscar por casa, fuimos a comer y nos quedamos charlando hasta las 3 de la mañana. Fue raro, teníamos mucho en común... cuatro días después le di el primer beso”.
-La relación avanzó rápido...
-Muy rápido: nos vamos a casar en diciembre.
Esta es sólo una historia de tantas. La página Cupido Jai informa que ya formó más de 150 parejas. Para el rabino Levy “es importante que la familia sea judía por las dos partes. El hecho de que un judío deba casarse con otro judío no es porque los otros sean malos, sino que es para mantener el judaísmo en la práctica. La idea es preservar lo que es el judaísmo de hace 3300 años, desde la entrega de la Torah o antes, Para poder hacerlo es muy importante la familia. El lugar principal donde se desarrolla el judaísmo es en el hogar, más que en el templo”.

El religioso explica que el mandato familiar judío es mucho más fuerte sobre los varones y por eso en principio no se relacionan con chicas judías, para no estar obligados a casarse. Lo hacen “por rebeldía a esa presión de los padres”, analiza Levy, pero confiesa que la familia judía es la meta de esos: “Por eso surgen estas páginas de Internet, porque aún quienes no son religiosos buscan y saben que mantenerse entre judíos será lo mejor a la hora de pensar en una familia”.
Julián Gola (36) hoy es el novio de Mariela gracias a Cupido Jai: “Entré a la página para conocer chicas judías porque yo venía de una relación de 6 años con una chica que no era de la cole y teníamos graves diferencias de criterio. Entonces me planteé que mi próxima pareja fuera de mi misma religión para evitarme problemas”.
Internet aportó una solución para quienes no mantienen contacto con personas de su misma afinidad. “Como yo no frecuento grupos de la colectividad no tenía oportunidades de conocer gente”, relata Julián, y Mariela reconoce que “en todos los grupos hay dificultad para conocer chicos, la diferencia está en que nosotros los judíos somos menos, la condición de minoría la complica más”.
Los sitios web de enlaces judíos siguen posibilitando uniones y matrimonios. Las sinagogas son testigo de esta tendencia: “Esto funciona, los primos de Mariela se conocieron por otra de estas páginas para ‘solos y solas’ y se casan el 21 de octubre”, testimonia Julián.
Actualmente hay muchos más chicos judíos que están de novios con chicas de otra religión que jóvenes judías noviando con varones no judíos, puntualiza el rabino Levy. “En estos casos se dificultará mucho si el único punto que se desarrolla es el amor. La pareja se ama, OK, esto es muy importante, pero están las otras facetas de la persona que serán muy difíciles de desarrollar si los dos no son judíos”, sentencia.
El caso de Julián es un símbolo de estos tiempos: “Estoy a punto de casarme y esta relación nació por Internet. Hace unos años me hubiera parecido una locura, pero hoy está totalmente generalizado. Aunque yo encontré a la más linda”.

lunes, 5 de marzo de 2007

Albistur y los negocios de la publicidad

Nota Publicada en el Diario Perfil el domingo 5 de marzo de 2007
POR CYNTHIA GARCIA

“Sobre ese tema hablen con Juan Ignacio”, mandó a decir Enrique Albistur ante la consulta sobre si su empresa comercializaba sin licitación los carteles de publicidad en las calles mendocinas.
Juan Ignacio Albistur tiene 29 años y dice estar al frente de “Wall Street Vía Pública” desde hace dos, cuando el Secretario de Medios le donó las acciones a la familia para dedicarse a la función pública.
Albistur hijo reconoce que está comercializando los carteles publicitarios en Mendoza: “Esto fue un contrato de mi empresa con Víctor Roque Moya, un conocido mío desde hace tiempo que hizo una propuesta a la municipalidad por un canje de cestos a cambio de vía pública. Moya gerencia con la intendencia y yo hago la parte comercial”.
-Es una entrega de los carteles...
-Es un convenio de donación con cargo.
-Pero debió haberse hecho por licitación pública...
-Sí, obviamente sí. Es lo que dice una ordenanza, a pesar de que no en todos los municipios es así.
-Ustedes no podían desconocer esa ley...
-Lo que tengo entendido es que Víctor, que es un amigo desde hace tiempo, no sabía. Yo la desconocía totalmente.
Ante la investigación que inició la Justicia mendocina por la irregularidad en la contratación, la municipalidad finalmente rescindió el contrato de “donación con cargo”. Aún así, la empresa “Wall Street Vía Pública” continúa con la comercialización de los carteles publicitarios.
-¿Por qué no se presentaron ustedes a licitación, como correspondía?
-Acá surge una relación mía con Víctor Moya y se da esta posibilidad. Como también la tiene la empresa monopólica mendocina con un contrato similar y no llamado a licitación pública.
-Ilicitud que no quita ilicitud...
-La propuesta la hace un privado a la municipalidad. El gobierno puede aceptar o no, ¿no?
-No, el intendente no debería haber aceptado...
-Por eso se rescinde el contrato.
-El contrato se rescinde por una investigación judicial y la denuncia de varios concejales...
-Lo que yo estoy pidiendo es que también se rescinda el contrato de las otras empresas.
-Pero ustedes siguen comercializando los carteles, de todas maneras.
-Sí. El contrato de rescisión acordado con la municipalidad lo permite.
Al final, Juan Ignacio asume que “Wall Street Vía Pública” tratará de obtener directamente lo que ahora maneja a través de amigos: “Cuando se licite, que será en los próximos meses, pienso participar y competir libremente con las empresas que están allá, como se debe”.
-Como se debe, y no como se hizo hasta ahora...
-Exactamente. Como dicen las reglas del juego allá en Mendoza.
Juan Ignacio Albistur cree que las cosas le resultaban más sencillas cuando su padre no estaba en la función pública. Reconoce que el apellido pesa a favor pero piensa que también es un motivo de ataque para la competencia.
-¿No creés que hay un conflicto ético en negociar con los gobiernos siendo tu padre un funcionario público?
-Para mí no hay ningún problema ético ni legal. La verdad es que no voy a dejar de trabajar en la comercialización ni en el gerenciamiento de mi empresa por eso. Yo no voy a dejar el negocio de la vía pública porque mi padre esté en el gobierno.

PARA SU INFORMACION: Sorprende la sinceridad del entrevistado. Tengo la sensación de que el horario en el que se realizó la entrevista, la 1.30 de la madrugada del sábado, influyó en la locuacidad.
Fue eso, una conversación sincera entre periodista e hijo de funcionario. Le transmití mi opinión diciéndole que sí hay un conflicto ético en negociar con los gobiernos siendo hijo de un alto funcionario nacional. (Enrique Albistur, su padre, es el secretario de Medios de la Nación) Juan Ignacio Albistur dijo no estar de acuerdo, obvio, pero reconoce lo discutible de la situación.
Para el abogado Constitucionalista Ricardo Monner Sans la familia Albistur debería abstenerse de contratar con el Estado, o, en su defecto, Albistur no debería ser funcionario.